As I read Psalm 89 this week, I noticed something I've never seen before.
The author starts out by praising God for His love and faithfulness.
I will sing of the LORD’s great love forever; with my mouth I will make your faithfulness known through all generations. I will declare that your love stands firm forever, that you established your faithfulness in heaven itself. -Psalm 89:1-2
Then later in the Psalm, the writer questions God - where are you now?
How long, O LORD? Will you hide yourself forever? -v. 46a
O Lord, where is your former great love, which in your faithfulness you swore to David? -v. 49
But the final verse of the Psalm returns once again to praise:
Praise be to the LORD forever! Amen and Amen. -v. 52
This is a wonderful Psalm, though the changes in tone can seem confusing at first. I love how the Psalmist starts out praising God. He focuses on who God is and what He has done. Yet he's also not afraid to ask God questions. In his moment of doubt, the writer can't see any evidence of God's love and faithfulness. But those are the very things he praises God for throughout the Psalm! And he even ends with a word of praise. It's beautiful!
Through this Psalm, the Lord showed me that whenever I'm tempted to doubt some truth about Him - whether it's His faithfulness, wisdom, love, etc. - that is the exact thing I need to praise God for!
Praising Him specifically, for what I can't see in the moment, will bring Him honor and will strengthen my faith.
Cuando dudes, Alábale
Esta semana, al leer el Salmo 89 noté algo que nunca había visto antes. El autor comienza alabando a Dios por Su amor y fidelidad.
Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; en los cielos mismos afirmarás tu verdad. –Salmo 89:1-2
Más adelante en el Salmo, el escritor le pregunta a Dios -¿dónde estás ahora?
¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre? –v. 46ª
Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias, que juraste a David por tu verdad? -v. 49
Pero el versículo final del salmo regresa una vez más a la alabanza:
Bendito sea Jehová para siempre. Amén, y Amén. –v. 52
Este es un salmo maravilloso, aunque los cambios en el tono pueden parecer confusos al principio. Me encanta como el salmista comienza alabando a Dios. Se enfoca en quien es Dios y lo que Él ha hecho. Sin embargo, no teme hacerle preguntas. En su momento de duda, el escritor no puede ver ninguna evidencia del amor y la fidelidad de Dios. Pero ¡son esas mismas cosas por las que lo alaba a lo largo del Salmo! E incluso termina con una palabra de alabanza. ¡Es hermoso!
A través de este salmo, el Señor me mostró que cuando esté tentada a dudar alguna verdad acerca de Él –sea Su fidelidad, sabiduría, amor, etc. -¡esa es la cosa exacta por la que necesito alabar a Dios!
Alabarlo específicamente, por lo que no puedo ver en el momento, le traerá honor a Él y fortalecerá mi fe.
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