I'll be the first to admit that God doesn't always give me the answers I want.
With God, we are on a "need to know" basis. God knows what we truly need to know and what we really don't need to know.
In Matthew 26:31-32 Jesus told His disciples:
This very night you will all fall away on account of me, for it is written:
‘I will strike the shepherd,
and the sheep of the flock will be scattered.'
and the sheep of the flock will be scattered.'
But after I have risen, I will go ahead of you into Galilee.
Jesus predicted that all His disciples would desert Him. At first glance we might wonder why Jesus would tell them this. Wouldn't it predispose them to running away?
The reality is that Jesus knew they were weak and would run under pressure. I think the reason He told them was much deeper than just a prediction of their future actions.
I think Jesus wanted His disciples to know that He knew they were going to run. But He had already forgiven them for their desertion.
Jesus said, "But after I have risen, I will go ahead of you into Galilee" (v.32). These are words of promise, of forgiveness, of grace.
Though Jesus knew the disciples would run, He wasn't discounting them. And He understood that after their desertion they would need direction. By telling them ahead of time, Jesus left them with a precious gift.
Sometimes God does the same for us. Sometimes He gives us a warning about the future. Or He gives us a message we may not understand, but if we hold onto it, one day it will meet a need we never anticipated.
I'm so thankful our God is eternal! He sees all of time, and He knows what the future holds for each of us. God may not always answer our questions. But He is faithful to tell us what we need to know. And I think the message He most wants us to hear is that whatever happens in the future, His grace is already there, waiting for us.
Hallelujah!
Necesidad De Saber
Con frecuencia hacemos preguntas a
Dios - ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Soy la primera en admitir que Dios
no siempre me da las respuestas que quiero.
Con Dios estamos sobre una base de
“necesito saber”. Él sabe lo que verdaderamente necesitamos saber y lo que
realmente no es necesario que sepamos.
En Mateo 26:31-32 Jesús dijo a sus
discípulos:
“Todos vosotros os escandalizaréis
de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño
serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a
Galilea.”
Jesús predijo que todos Sus discípulos
iban a abandonarlo. A primera vista podemos preguntarnos por qué Jesús les
contaría esto. ¿Eso no los predispondría para que huyeran?
La realidad es que Jesús sabía que
eran débiles y huirían ante la presión. Pienso que la razón por la que les contó
fue mucho más profunda que una sencilla predicción de sus acciones futuras.
Creo que quería que sus discípulos
supieran que Él sabía que
iban a huir. Pero ya los había perdonado por su deserción.
Jesús dijo: “Pero después que haya
resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.” (v. 32). Estas son palabras de
promesa, de perdón, de gracia.
Aunque sabía que los discípulos
huirían, no estaba desechándolos. Y entendía que después de su abandono
necesitarían dirección. Contándoles antes de tiempo, les dejó con un regalo
precioso.
A veces Dios hace lo mismo por
nosotros. Algunas veces nos da una advertencia acerca del futuro. O nos da un
mensaje que puede que no entendamos, pero si nos aferramos a ése un día
llenaremos una necesidad que nunca anticipamos.
¡Estoy tan agradecida que nuestro
Dios es eterno! Él ve todos los tiempos y sabe todo lo que el futuro tiene para
cada uno de nosotros. Puede que no siempre responda nuestras preguntas. Pero Él
es fiel en decirnos lo que necesitamos saber. Y creo que el mensaje que más
quiere que escuchemos es que lo que sea que pase en el futuro, Su gracia ya está
allí, esperando por nosotros.
¡Aleluya!
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