-brown hair, brown eyes, average height,
-not especially athletic or musical (though I enjoy both),
-interested in many things but not particularly talented at anything,
-enjoying life but no "ambitions" to speak of....
I'm sure from the world's viewpoint, anyone would agree I'm pretty ordinary. But that doesn't bother me... because I know I have an extraordinary God!
God and I both know where I've come from and the weaknesses, inadequacies and deficiencies I have. Yet throughout my life, I have seen God work in supernatural ways both in me and through me.
-He has made changes in me I never could have accomplished.
-He has empowered me to do good things I never thought possible.
-He has blessed me in ways beyond anything I asked of Him!
It is my extraordinary God who has put dreams in my heart, who continues to whisper in my spirit that even greater things are coming, who continually stretches my faith beyond what I can imagine!
Sometimes when I think about what God has called me to in the future, I just laugh! How is it possible that God would give such an ordinary person such impossible tasks?
I think it's because He delights in using the weak, foolish, and ordinary people to display His greatness, power, and grace! The Bible is full of stories about people like this.
Maybe you've also felt ordinary. Or even if you're an "above-average" person in some ways, have you felt equal to the calling God has given you? Or are you all too aware that His will for you is far beyond anything you can do in your own strength?
But we have this treasure in jars of clay to show that this all-surpassing power is from God and not from us. -2 Corinthians 4:7
We are simple clay jars, ordinary. And that's just the kind of vessels God loves to use, so that His all-surpassing power is displayed so clearly.
Our extraordinary God is not necessarily "safe" or "tame." Following Him at times is painful, scary, uncomfortable, challenging...but it is also amazing, incredible, and unbelievable!
Though I may be an ordinary girl, I don't want to live an ordinary life. I want to live with Jesus in such a way that other people will look at my life and say, "She has an extraordinary God!"
What about you?
Una Chica Común y Corriente, un Dios Extraordinario
Siempre me he considerado una chica común y corriente:
- cabello castaño, ojos café, altura promedio,
- no especialmente atlética o musical (aunque disfruto ambas),
- interesada en muchas cosas pero no particularmente talentosa en ninguna,
- Disfrutando de la vida pero sin “ambiciones” de que hablar…
Estoy segura que desde el punto de vista del mundo, cualquier persona estaría de acuerdo en que soy bastante común y corriente. Pero eso no me molesta… porque sé que tengo un ¡Dios extraordinario!
Dios y yo sabemos de donde he venido y las debilidades, insuficiencias y deficiencias que tengo. Sin embargo, a través de mi vida lo he visto obrar en maneras sobrenaturales tanto en mí como a través de mí.
- ha hecho cambios en mí que yo jamás habría logrado.
- Me ha dado el poder para hacer cosas buenas que nunca pensé posibles.
- Me ha bendecido en maneras ¡más allá de cualquier cosa que le haya pedido!
Es mi extraordinario Dios quien ha puesto sueños en mi corazón, quien continúa susurrando a mi espíritu que hay aún más grandes cosas por venir, quien continuamente ensancha mi fe ¡más allá de lo que puedo imaginar!
A veces cuando pienso a qué me ha llamado en el futuro, sencillamente ¡me río! ¿Cómo es posible que Dios diera a una persona tan común y corriente tareas tan imposibles?
Pienso que es porque Él se deleita en utilizar a la gente débil, tonta y común y corriente para mostrar Su ¡grandeza, poder y gracia! La Biblia está llena de historias de personas como ésta.
Quizá tú también te has sentido común y corriente. O incluso si eres una persona “por encima del promedio” en algunas maneras, ¿te has sentido igual al llamado que Dios te ha dado? O ¿eres muy consciente de que Su voluntad para ti está mucho más allá de cualquier cosa que puedas hacer en tus propias fuerzas?
Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros. -2 Co. 4:7
Somos simples jarros de arcilla – comunes y corrientes. Y esa es sencillamente la clase de vasijas que Dios ama usar, para que todo Su incomparable poder sea mostrado tan claramente.
Nuestro extraordinario Dios no es necesariamente “inofensivo” o “dócil.” Seguirlo es a veces doloroso, aterrador, incómodo, difícil… Pero también es ¡maravilloso, inverosímil e increíble!
Aunque sea una chica común y corriente, no quiero vivir una vida común y corriente. Quiero vivir con Jesús en tal manera que otras personas miren a mi vida y digan: “¡Ella tiene un Dios extraordinario!”
¿Qué de ti?
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