Have you ever had one of those moments where the reality of God's forgiveness washes over you so powerfully that you fall to your knees in awe and weep tears of joy?
Far too often I take God's forgiveness for granted. But every once in a while the magnitude of this truth overwhelms me: Because Jesus died for me, I am completely forgiven of all my sin - past, present and future!
Hallelujah!!!
I can't stop the tears from flowing
when I consider that every sin of mine
from birth until the day I die
has been washed away by the flood
of Jesus' precious, sinless blood.
Oh I can't stop the tears
when I think that now I stand before you,
pure, spotless, blameless, holy, new!
I can't stop the tears, I won't even try.
I offer them to you,
A river overflowing from this grateful heart.
"Blessed are they whose transgressions are forgiven, whose sins are covered." -Romans 4:7
¡Soy Perdonada!
¿Alguna vez has tenido uno de esos momentos cuando la realidad del perdón de Dios viene sobre ti con tal fuerza que caes de rodillas maravillado y lloras lágrimas de gozo?
Con demasiada frecuencia tomo el perdón de Dios por sentado. Pero de vez en cuando la magnitud de esta verdad me abruma: ¡Porque Jesús murió por mí, soy completamente perdonada de mi pecado - pasado, presente y futuro!
¡¡¡Aleluya!!!
No puedo hacer que mis lágrimas dejen de fluir
cuando considero que cada pecado mío
desde mi nacimiento hasta el día que muera
ha sido enviado muy lejos por el torrente
de la sangre preciosa y sin pecado de Jesús.
Oh, no puedo detener las lágrimas
cuando pienso que ahora estoy delante de ti,
¡pura, sin mancha, santa, nueva!
No puedo detener las lágrimas, ni siquiera voy a intentarlo.
Te las ofrezco a ti,
Un río que sale desbordado de este corazón agradecido.
“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.” Romanos 4:7
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