Last week I came across something I wrote years ago that still still applies to me today. I'm blessed to know so much truth. But simply hearing or knowing it isn't enough. I must choose to believe what is true and reject the lies Satan throws at me. Jesus Himself is the Truth (John 14:6). As I love Him and choose Him, I choose Truth.
I hope this reflection from years ago encourages you today as it did me. =)
What Do You Want To Believe?
I did something really stupid this week. I got one of those e-mails that told me I had won a $250 gift card to Old Navy. I only had to confirm it by clicking on a link, then they would mail it to me. My first reaction was, “yeah right,” and I almost deleted the e-mail. But then I thought, well, maybe it’s really true...maybe I should just check it out...you never know.... So I clicked on the link in the e-mail. About 30 minutes and much frustration later, I finally exited from all the websites I had gotten into and promptly put that e-mail in the “Junk” folder.
Then I asked myself, why did I do that? After all the false e-mails I’ve gotten before, after other experiences of learning those things never are true, why did I give in this time and put myself through the frustration and disappointment once again?
Well, I know God is gracious because even though I allowed myself to waste time pursuing that silly e-mail, He used it to give me an object lesson.
I wanted to believe that it was true. I wanted that $250 gift card. So even though I knew that it couldn’t possibly be true, I chose to believe for a little while that if I took their “online survey” and filled out all their forms, and read all their advertisements...that eventually I’d get to the final screen where they would actually send me the gift card. Of course, it didn’t turn out that way. I just wasted my time and got frustrated before I finally wised up and left it behind.
Don’t we do the same thing in life? We know the Truth -Jesus, and we have God’s Word. Yet too often, some lie comes into our life and instead of immediately identifying it as “junk” and deleting it, we start thinking about it. Before long we decide to believe that it just might be true. And pretty soon we’re following that false belief down a path that only ends in frustration and disappointment.
Some lies that come our way are easy to recognize as “junk,” while others are either more subtle or more tempting. Just because we know the Truth, doesn’t mean we always choose to believe the Truth. Sometimes we choose to believe what we want to believe. But basing my beliefs on what I feel or want in the moment is both wrong and scary. It may not be a very big deal with an e-mail advertisement, but in other areas of life it can be a serious mistake.
So as I thought about my little object lesson this week, I realized I’m very thankful for two things:
1) God’s Word, which always acts as the filter to expose the lies that try to entangle me
2) the godly people in my life who help me identify the lies or “junk” so I can quickly “delete” them and get back on the path of Truth.
I hope you are encouraged by these thoughts. I pray that whatever lies arrive in your “mailbox” in the coming days, you will quickly identify them and send them to the “junk” folder! And I pray our hearts will grow in loving what is true.
Pressing on in Truth,
-Joanna
Escoge la Verdad
La semana pasada encontré algo que escribí hace años que para mí hoy en día todavía se aplica. Soy bendecida al conocer tanta verdad. Pero solamente oírlo o saberlo no es suficiente. Tengo que creer lo que es verdadero y rechazar las mentiras que Satanás me lanza. Jesús mismo es la Verdad (Jn. 14:6). Como le amo y le escojo, escojo la Verdad.
Confío en que esta reflexión de hace años te anime hoy como me animó a mí. =)
¿Qué quieres creer?
Esta semana hice algo verdaderamente estúpido. Recibí uno de esos mensajes que me decía que había ganado un bono de regalo por U$250 para Old Navy (marca de ropa y accesorios –Nota de la traductora). Yo solamente tenía que confirmarlo haciendo click en un enlace, entonces ellos me lo enviarían. Mi primera reacción fue: “sí, claro.” Y por poco borro el mensaje. Pero luego pensé: Bueno, quizá es realmente cierto… Quizá sólo debería revisarlo … uno nunca sabe … Así que hice click en el enlace. Más o menos treinta minutos y mucha frustración después, finalmente salí de todas las páginas web en que había entrado y rápidamente puse el mensaje en la carpeta “no deseado”.
Entonces me pregunté a mí misma: ¿Por qué hice eso? Después de todos los mensajes falsos que he recibido antes, después de otras experiencias de saber que esas cosas nunca son ciertas, ¿por qué sucumbí esta vez y me puse a pasar por la frustración y la desilusión una vez más?
Bueno, Sé que Dios es suficientemente bondadoso porque aunque me permití perder el tiempo siguiendo ese tonto mensaje Él lo usó para darme una lección objetiva.
Quería creer que era verdad. Quería ese bono de regalo de U$250. Así que aunque sabía que no era posible que fuera cierto, escogí creer por un momentico que si respondía a su “encuesta en línea” y llenaba todas sus formas, y leía todos sus anuncios… que eventualmente llegaría a la pantalla final donde verdaderamente me enviarían el bono de regalo. Claro, no resultó así. Simplemente malgasté mi tiempo y quedé frustrada antes de finalmente caer en cuenta y dejarlo atrás.
¿No hacemos lo mismo en la vida? Conocemos la Verdad –Jesús, y tenemos la Palabra de Dios. Sin embargo, con mucha frecuencia alguna mentira viene a nuestra vida y en lugar de identificarla como “no deseado” y borrarla inmediatamente, empezamos a pensar en ésa. Poco después decidimos creer que simplemente podría ser cierto. Y muy pronto estamos siguiendo esa creencia falsa por un camino que solamente termina en frustración y desilusión.
Algunas mentiras que se atraviesan en nuestro camino son fáciles de reconocer como “no deseadas,” mientras que otras son o más sutiles o más tentadoras. Sólo porque conocemos la Verdad no significa que siempre escogemos creerla. A veces escogemos creer lo que queremos creer. Pero basar mis creencias en lo que siento o quiero en el momento es tanto erróneo como asustador. Puede que no sea gran cosa con un anuncio en internet, pero en otras áreas de la vida puede ser un error serio.
Así que al pensar en mi pequeña lección objetiva esta semana, caí en cuenta que estoy muy agradecida por dos cosas:
1) La Palabra de Dios, la cual siempre actúa como filtro para exponer las mentiras que tratan de enredarme.
2) la gente piadosa en mi vida que me ayuda a identificar las mentiras o “no deseado” y así poder “eliminarlas” rápidamente y regresar al camino de la Verdad.
Confío en que estos pensamientos te sean de ánimo. Oro que cualquier mentira que llegue a tu “bandeja de entrada” en los próximos días, la identificarás rápidamente ¡y la enviarás a la carpeta “no deseado”! Y oro que nuestros corazones crezcan en amar lo que es verdadero.
Presionando en la Verdad,
- Joanna