What Makes Me Sad (Qué me entristece)

...knowing people who are amazingly special, but who don't see their own value.

...seeing loved ones in pain and wanting to just "fix" it, but knowing I can't.

...watching people continually make wrong choices that hurt them and others.

...seeing Christians live with fear and insecurity instead of realizing Jesus is right there with them and they don't have to be afraid.

...hearing about yet another person suddenly faced with tragedy.

...saying goodbye...you'd think after all the practice I've had it would get easier, but it doesn't.


If I feel sad from these things, as the frail, flawed human that I am, imagine how God must feel. He loves us SO much! He knows every detail of our lives. He understands our pain and struggles. 

Thankfully, our heavenly Father doesn't just feel sad about these things. He can do something about them! In fact, He offers us everything we need for the challenges of this life.

Jesus wants you and I to know -

...He values us far more than we can comprehend.

...He is with us no matter how awful our circumstances.

...His plans for us are always best.

...He can deliver us from fears.

...He really DOES work all things for good somehow.

...He promises us eternity with Him, where there are no more "goodbyes"!

Hallelujah! These truths comfort my heart and give me hope and joy in the sad moments.


Why are you downcast, O my soul? Why so disturbed within me? Put your hope in God, for I will yet praise Him, my Savior and my God. -Psalm 42:11


Qué me entristece

… conocer personas que son maravillosamente especiales, pero que no ven su propio valor.

… ver seres queridos con dolor y querer simplemente “arreglarlo”, pero saber que no puedo.

… ver personas que continuamente hacen decisiones equivocadas que les hieren a ellos y a otros.

… ver cristianos viviendo con dolor e inseguridad en lugar de darse cuenta que Jesús está justo ahí con ellos y no deben estar asustados.

… escuchar acerca de una persona más enfrentada súbitamente a la tragedia.

… decir adiós… pensarías que después de toda la práctica que he tenido sería cada vez más fácil, pero no.


Si me siento triste por estas cosas, como la frágil, imperfecta humana que soy, imagina como debe sentirse Dios. ¡Él nos ama tanto! Sabe cada detalle de nuestras vidas. Entiende nuestros dolores y luchas.

Gracias a Dios, nuestro Padre celestial no simplemente se siente triste acerca de estas cosas. ¡Él puede hacer algo al respecto! De hecho, ofrece todo lo que necesitamos para los desafíos de esta vida.

Jesús quiere que tú y yo sepamos –

… Él nos valora mucho más de lo que podemos comprender.

… Él está con nosotros no importa lo horrible de nuestras circunstancias.

… Sus planes para nosotros son siempre los mejores.

… Él puede librarnos de temores.

… Verdaderamente hace que las cosas nos ayuden para bien de alguna manera.

… Nos promete le eternidad con Él, ¡donde no hay más “adioses”!

¡Aleluya! Estas verdades consuelan mi corazón y me dan esperanza y gozo en los momentos tristes.


¿Por qué te abates,  oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. – Sal. 42:11