Hold Unswervingly (Mantengámonos Firmes)

"Let us hold unswervingly to the hope we profess, for he who promised is faithful." -Hebrews 10:23

Has God given you a promise?
Have you waited a long time to see it fulfilled?
Do you sometimes feel like giving up?
Are you tempted to wander off course?
Is it hard to hold on to faith?

If you answered yes to these questions, know that you're not alone.

We all have promises from God.
We all go through the waiting season.
We all feel weary at times and wonder if it's worth holding on to God's Word.

This verse from Hebrews continues to speak to me in my own challenges. The author encourages us to "hold unswervingly" to our hope.

Unswervingly means we don't go veering off to the right or the left. We don't release our grip of faith. We may sit down and cry at times, but we don't stay there. We get back up and take another step of faith.

Why?

Because the One who promised is faithful!

God has given a multitude of promises to His people throughout the generations. And not one has failed. They have ALL been fulfilled in God's perfect way and time.

We know God's promises are sure. Yet in our humanity, sometimes it seems so hard to press on in hope. Perhaps that's why the writer of Hebrews said, "Let us...." We need each other on this journey.

I need you to remind me that God is faithful. You need me to encourage you that God keeps His promises.

Whether God's promise will be fulfilled or not isn't the question. We know every promise will come to pass. God cannot fail.

The question is, will we "hold unswervingly" to our hope as we wait?

Even in this, we aren't on our own... "for it is God who works in you to will and to act in order to fulfill his good purpose" (Phil. 2:13).

The same God who gave us the promise, will give us the grace and strength to keep believing the promise. Jesus enables us to hold unswervingly to Him, as He faithfully holds on to us. Praise His name!

So be of good cheer! Keep your eyes on the one who is Faithful. And you will see your promise fulfilled.


Mantengámonos Firmes

“Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.”
He. 10:23

¿Te ha dado Dios una promesa?
¿Has esperado largo tiempo para verla cumplida?
¿A veces sientes que quieres darte por vencido?
¿Te sientes tentado a salirte de curso?
¿Es difícil  aferrarte a la fe?

Si respondiste sí a estas preguntas, sabe que no estás solo.

Todos tenemos promesas de Dios.
Todos pasamos por la etapa de espera.
Todos nos sentimos cansados a veces y nos preguntamos si vale la pena aferrarse a la Palabra de Dios.

Este versículo de Hebreos sigue hablándome en mis propios desafíos. El autor nos anima a “mantenernos firmes” en nuestra esperanza.

Firmes significa que no nos desviemos ni a la derecha ni a la izquierda. No soltamos nuestro agarre de la fe. Podemos sentarnos y llorar a veces, pero no nos quedamos ahí. Nos levantamos y damos otro paso de fe.

¿Por qué?

¡Porque quien prometió es fiel!

Dios ha dado una multitud de promesas a Su pueblo a lo largo de las generaciones. Y no ha fallado ni en una. TODAS se han cumplido a la manera  perfecta y en el tiempo perfecto de Dios.

Sabemos que las promesas de Dios son seguras. Sin embargo, en nuestra humanidad, a veces parece muy difícil seguir adelante con esperanza. Quizá sea por eso que el escritor de Hebreos dijo: “Mantengamos…” Nos necesitamos unos a otros en este viaje.

Te necesito para que me recuerdes que Dios es fiel. Tú me necesitas para que te refuerce que Dios guarda Sus promesas.

Si se cumplirá o no la promesa de Dios no es la pregunta. Sabemos que toda promesa va a suceder. Dios no puede fallar.

La pregunta es, ¿nos “mantendremos firmes” en nuestra esperanza mientras esperamos?

Incluso en esto no estamos solos… “pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad” (Fi. 2:13).

El mismo Dios que nos dio la promesa nos dará la gracia y la fortaleza para seguir creyéndola. Jesús nos capacita para mantenernos firmes en Él, al tiempo que nos sostiene fielmente. ¡Alabado sea Su nombre!

Así que ¡ten ánimo! Mantén tus ojos en el que es Fiel. Y verás tu promesa cumplida.