I apologize that this post is a little late. I've been traveling and lost track of what day it was. =)
Anyway, this week I have a special treat for you - a guest post from my mom! Enjoy! =)
Unexpected Ways - by Jan Harris
In 1971 my husband Jim and I bought our first house in Kansas. It had real hardwood floors, a huge, fenced back yard, and we could walk to church. We enjoyed our small church. We made good friends there. The Bible teaching was solid and helpful.
Yet I felt there was something missing in our lives.
Every Sunday we would be inspired by the sermon and walk home determined to live better Christian lives that week. But by Tuesday, or sometimes Monday, or sometimes even Sunday night, we had broken all our resolutions and found ourselves back in the clutches of selfishness or pride or….
Finally, I cried out to God in desperation, “Lord, increase our faith!”
God is faithful.
In a direct answer to that prayer, when Jim’s contract came up for renewal, the committee turned him down. We had two small children, house payments, and no job. I wanted to panic.
As God had planned, that very week our church was involved in a Billy Graham crusade. One of the leaders spent the weekend with us, and we unloaded our doubts and fears on him.
“What’s God trying to do?” we asked. “Jim really liked this job. Why did God give it to him last year, if He was just going to take it away this year?”
What a kind, patient man he was. He took us into God’s Word:
to Matthew 6:34a, “So do not worry about tomorrow; for tomorrow will care for itself…” (NASB)
to Romans 8:28, “And we know that God causes all things to work together for good to those who love God…” (NASB)
and to many more promises.
It wasn’t that we’d never heard these verses. It was just that in our worry, we had forgotten to claim them.
“Don’t you think God has a plan?” he asked us.
Well, when you put it like that….
At last we stopped pacing the floor (Jim), and cleaning everything in the house (me), and prayed to God for wisdom, for guidance, and for faith to trust Him.
A couple of days later Jim said, “Maybe this is a good time to move back to Missouri, so the kids can be closer to their grandparents and aunts and uncles and cousins. What do you think about that?”
So it came about that God opened a job for Jim in Missouri, where we lived just thirty minutes from our parents. Where we reconnected with friends. Where we met some veteran missionaries with New Tribes Mission. Where God got our attention and showed us that we could be missionaries, too.
But that’s another story. The point of this story is that sometimes God answers our prayers in most unexpected ways.
Don’t be afraid of that. Trust His love. Trust His wisdom. Trust His faithfulness.
Praise the LORD, all nations! Extol him, all peoples! For great is his steadfast love toward us, and the faithfulness of the LORD endures forever. Praise the Lord! -Psalm 117 (ESV)
Maneras inesperadas – Mensaje de invitado
Esta semana tengo un regalo especial para ustedes - ¡un mensaje de invitado de mi mamá! ¡Disfrútenlo! =)
Maneras inesperadas – por Jan Harris
En 1971 mi esposo y yo compramos nuestra primera casa en Kansas. Tenía pisos de verdadera madera, un enorme patio cercado y podíamos caminar a la iglesia. Disfrutamos nuestra pequeña iglesia. Hicimos buenos amigos allá. La enseñanza bíblica era sólida y de ayuda.
Sin embargo, sentía que algo faltaba en nuestras vidas.
Cada domingo éramos inspirados por el sermón y volvíamos a casa decididos a vivir mejores vidas cristianas esa semana. Pero, para el martes o a veces el lunes u otras veces incluso el domingo en la noche, habíamos roto todas nuestras resoluciones y nos habíamos vuelto a encontrar en las garras del egoísmo, el orgullo o…
Finalmente, exclamé a Dios con desesperación: “¡Señor, aumenta nuestra fe!”
Dios el fiel.
En respuesta directa a esa oración, cuando llegó el momento de la renovación del contrato de Jim, el comité lo rechazó. Teníamos dos hijos pequeños, pagos de la casa y ningún trabajo. Quería entrar en pánico.
Como Dios había planeado, esa misma semana nuestra iglesia estuvo envuelta en una cruzada de Billy Graham. Uno de los líderes pasó el fin de semana con nosotros y descargamos nuestras dudas y temores sobre él.
“¿Qué está tratando de hacer Dios?” preguntamos. “A Jim realmente le gustaba este trabajo. ¿Por qué Dios se lo dio el año pasado, si sencillamente se lo iba a quitar este año?
Qué hombre tan amable, paciente era. Nos llevó a la Palabra de Dios:
a Mateo 6:34a: “Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo… ” (LBLA)
a Romanos 8:28: “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, …” (LBLA)
y a muchas otras promesas.
No era que nunca hubiéramos escuchado estos versículos. Era solamente que en nuestra preocupación habíamos olvidado apropiárnoslos.
“¿No crees que Dios tiene un plan?” Él nos preguntó. Bueno, ya que lo pones así…
Finalmente dejamos de dar vueltas por la habitación (Jim) y de limpiar todo en la casa (yo) y oramos a Dios por sabiduría, por guía y por fe para confiar en Él.
Un par de días después Jim dijo: “Quizá éste sea un buen tiempo para irnos de regreso a Missouri, así los niños pueden estar más cerca de sus abuelos, tíos y primos. ¿Qué piensas de eso?”
Así que sucedió que Dios proveyó un trabajo para Jim en Missouri, donde vivimos a solo treinta minutos de nuestros padres. Donde nos reconectamos con amigos. Donde nos encontramos con algunos misioneros veteranos. Donde Dios llamó nuestra atención y nos mostró que nosotros también podíamos ser misioneros.
Pero esa es otra historia. El punto de esta historia es que a veces Dios responde nuestras oraciones de las maneras más inesperadas.
No te asustes por eso. Confía en Su amor, en Su sabiduría, en Su fidelidad.
“Alabad al SEÑOR, naciones todas; alabadle, pueblos todos. Porque grande es su misericordia para con nosotros, y la fidelidad del SEÑOR es eterna. ¡Aleluya!” Salmo 117 (LBLA)
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