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Wednesday, October 11, 2017

In The Details (En Los Detalles)


"It's only 19 cents."

That's what I could have told myself. That's what I did tell myself, at first.

Then I had to speak up and let the clerk know she had given me the wrong change. She didn't seem too happy about it, but she went looking for some coins. She came back and gave me a handful of change, then walked away. I counted out one dime and seven pennies.

Still not 19 cents.

Now I was arguing with myself for a second time.

"It's only two pennies."

Or is it?

Before I left, I approached her one more time. "You actually only gave me 17 cents," I said. "But I'm going to give you the two pennies."

I said it nicely and without an attitude. But it's possible she still thought I was a jerk or a greedy person. The reality is that I'm a detail person...at least I am in some things. I'm not a detail person when it comes to car engines or which plants go in what kind of soil. If I needed to know those details, I'd find someone who cared enough to know such things.

And that's the point, isn't it? Do we care?

On the job, do we care if we get information correct?
In our relationships, do we care about what matters to others?
In our words, do we care if what we say is accurate?
In this world we live in, do we care about the truth?

Because ultimately, two cents isn't really important. But not giving someone the correct amount they're due ultimately reflects a lack of honesty, which shows a lack of valuing the truth.

We are human, and we will make mistakes. And some of us are more detail-oriented in certain areas than others, I understand that. But what's in our hearts? At the core of who we are, do we value truth as God does?

Because if we do, then I believe it will show in the way we live. It will be evident in what we say and don't say. It will be visible in how we do our jobs and how we treat other people. It will motivate us to pay attention to the important details.

God knows every detail. He cares about every detail. And He lives in us through Jesus.

How often do we remember that Jesus Himself is the Truth? When we love Jesus, we will love Truth.

For me this matter is very convicting and very important. I want to love the Truth. I want to live my life in the Truth, even in the little details.

As I drove away that day, I prayed for the young clerk. Maybe no one ever taught her that truth is important. Maybe she needs to see it lived out in someone's life. Most of all, she probably needs to meet Jesus, the one who is the Truth.

Only Jesus can teach us what is true.
Only He can change us from the inside out.
Only He can empower us to live a life of truth.


Thank you, Jesus, that you are the Truth! Thank you that you know every detail about us. Please give us hearts that love the truth, hearts that care--even about the little things, and hearts that can reflect your life and love to a hurting world. Amen.


En Los Detalles

“Son solamente 19 centavos de dólar.”

Esto es lo que podría haberme dicho a mí misma, en principio.

Luego tuve que hablar y decirle a la empleada que me había dado el cambio equivocado. No pareció muy feliz, pero buscó algunas monedas. Regresó y me dio un puñado de monedas, luego se alejó. Conté un décimo y siete peniques.

Todavía no eran 19 centavos.

Ahora estaba discutiendo conmigo misma por segunda vez.

“Son solamente dos peniques.”

¿No es así?

Antes de salir, me le acerqué una vez más. “De hecho, solamente me diste 17 centavos,” le dije. “Pero voy a regalarte los dos peniques.”

Lo dije amablemente y sin ninguna mala actitud. Pero es posible que todavía pensara que soy una imbécil o una persona muy codiciosa. La realidad es que soy una persona de detalles… al menos lo soy en algunas cosas. No lo soy cuando se trata de motores de carros o cuáles plantas van en qué clase de suelo. Si necesitara saber esos detalles, buscaría a alguien a quien le importaran tales cosas.

Y ése es el punto, ¿no es cierto? ¿Nos importa?

En el trabajo, ¿nos importa si encontramos la información correcta?
En nuestras relaciones, ¿nos importa lo que les importa a otros?
En nuestras palabras, ¿nos importa si lo que decimos es correcto?
En el mundo en que vivimos, ¿nos importa la verdad?

Porque, finalmente, dos centavos no es algo realmente importante. Pero el no entregar a alguien la cantidad correcta que se espera refleja fundamentalmente falta de honestidad, lo que muestra falta de valorar la verdad.

Somos humanos y cometeremos errores. Y algunos de nosotros somos más orientados hacia los detalles en algunas áreas más que en otras, lo entiendo. Pero, ¿qué hay en nuestro corazón?  En el centro de quienes somos ¿valoramos la verdad como lo hace Dios?

Porque si lo hacemos, entonces creo que se mostrará en la manera como vivimos. Será evidente en lo que decimos y no decimos. Será visible en la manera como hacemos nuestro trabajo y como tratamos a otras personas. Nos motivará para prestar atención a los detalles importantes.

Dios conoce todos los detalles. Se preocupa por cada uno. Y vive en nosotros a través de Jesús.

¿Con qué frecuencia recordamos que Jesús mismo es la Verdad? Cuando amamos a Jesús, amamos la Verdad, aún en los pequeños detalles.

Mientras me alejaba ese día, oré por la joven empleada. Quizá nadie le enseñó nunca que la verdad es importante. Quizá necesita verlo en la vida de alguien. Sobre todo, probablemente necesita encontrar a Jesús, el que es la Verdad.

Solamente Jesús puede enseñarnos lo que es verdad.
Solamente Él puede cambiarnos de adentro hacia afuera.
Solamente Él puede darnos poder para vivir una vida de verdad.

Gracias, Jesús, ¡porque Tú eres la Verdad! Gracias porque conoces cada detalle acerca de nosotros. Por favor, danos corazones que amen la verdad, corazones que se preocupan –aún acerca de cosas pequeñas, y corazones que puedan reflejar tu vida y amar a un mundo dañado. Amén.

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