When I was in college, I helped with childcare during Wednesday night church. One of those nights, a little boy asked me how old I was. I told him I was 21. He looked shocked, shook his head and said, “No way, you’re not 21!” I laughed at his response and assured him that I was indeed older than I looked. This little 8 or 9-year old boy then paused with a very thoughtful look on his face. Finally, he said, “That means when you’re 82, you’ll only look like you’re 72!” His insight surprised me more than my age had surprised him. I just chuckled and said, “That’s something to look forward to I guess.”
The irony is that I think we do need something to look forward to, even something as silly as that. When life is only difficulty, pain, and suffering, it’s hard to keep getting out of bed each day.
I’ve been through more than one season in my life when I wondered if I’d ever have anything to look forward to again. Maybe you can relate. Thankfully Jesus has once again refreshed my perspective to encourage me in my current trials. He has reminded me of a few very important things that I can always look forward to…
I can look forward to Jesus keeping all His promises to me. No matter how awful my circumstances, Jesus will never leave me; I can look forward to His presence with me every moment. I can watch with anticipation to see how He will work all things in my life for good, even the awful things. Suffering can’t stop Jesus from being true to His Word. That’s something I can look forward to.
I can look forward to experiencing Jesus’ grace every day. God’s grace is not only sufficient, it is super-abounding! It never runs out. It never stops. It never fails. And in weakness, hardship, heartache, etc. His grace pours over me, whether I recognize it or not. It’s something I can not only look forward to, but look for and rejoice in every day.
I can look forward to seeing Jesus do miracles. Maybe they’ll be “small” miracles, like helping me get out of bed when I think I can’t. Or maybe they’ll be “big” miracles like seeing a friend I’ve prayed for finally believe in Jesus. Since God is always working, I can look forward to seeing Him at work in miraculous ways, both in my life and others.
These are only a few of the things that we can look forward to, regardless of circumstances. The beautiful reality is that everything that is true about God, is something we can look forward to in the future – because He doesn’t change. He will still be with us, still be loving us, still be pouring grace over us, still answering our prayers, still delighting in us, still singing over us…every day from now until we see Him face to face.
And I wouldn’t be surprised if He threw in a few delightful surprises for us along the way as well. Even in the hardest trial, He still has ways to give us sweet gifts.
I hope these thoughts have encouraged you today and given you something precious to look forward to.
“And we know that in all things God works for the good of those who love him, who have been called according to His purpose. For those God foreknew he also predestined to be conformed to the image of his Son, that he might be the firstborn among many brothers and sisters. And those he predestined, he also called; those he called, he also justified; those he justified, he also glorified.” -Romans 8:28-30
Algo que esperar con anhelo
Cuando estaba en la universidad, ayudaba con el cuidado de los niños durante las reuniones de iglesia los miércoles por la noche. Una de esas noches, un niño pequeño me preguntó cuántos años tenía. Le dije que tenía 21. Pareció sorprendido, sacudió la cabeza y dijo: “¡De ninguna manera, no tienes 21!” Me reí de su respuesta y le aseguré que, en efecto, era mayor de lo que parecía. Este niño de 8 o 9 años se detuvo con una mirada muy pensativa en su rostro. Finalmente, dijo: “¡Eso significa que cuando tengas 82 años, sólo lucirás como si tuvieras 72!” Su perspicacia me sorprendió más de lo que le había sorprendido a él mi edad. Me reí y dije: "Eso es algo que esperar, supongo."
La ironía es que creo que necesitamos algo que anhelar, incluso algo tan tonto como eso. Cuando la vida es solo dificultad, dolor y sufrimiento, es difícil seguir levantándose de la cama todos los días.
He pasado por más de una temporada en mi vida en la que me preguntaba si alguna vez volvería a tener algo que esperar. Tal vez puedas relacionarte. Afortunadamente, Jesús una vez más ha refrescado mi perspectiva para animarme en mis pruebas actuales. Me ha recordado algunas cosas muy importantes que siempre puedo esperar…
Puedo esperar que Jesús cumpla todas sus promesas para mí. No importa cuán terribles sean mis circunstancias, Jesús nunca me dejará; Puedo esperar Su presencia conmigo en todo momento. Puedo mirar con anticipación para ver cómo Él obrará todas las cosas en mi vida para bien, incluso las cosas terribles. El sufrimiento no puede impedir que Jesús sea fiel a Su Palabra. Eso es algo que puedo esperar.
Puedo esperar experimentar la gracia de Jesús todos los días. La gracia de Dios no solo es suficiente, ¡es sobreabundante! Nunca se agota. Nunca se detiene. nunca falla. Y en la debilidad, la dificultad, la angustia, etc. Su gracia se derrama sobre mí, lo reconozca o no. Es algo que no solo puedo esperar, sino buscar y regocijarme todos los días.
Puedo esperar ver a Jesús hacer milagros. Tal vez sean “pequeños” milagros, como ayudarme a levantarme de la cama cuando creo que no puedo. O tal vez serán milagros “grandes”, como ver a un amigo por el que he orado finalmente creer en Jesús. Dado que Dios siempre está trabajando, puedo esperar verlo obrar de manera milagrosa, tanto en mi vida como en la de otros.
Estas son solo algunas de las cosas que podemos esperar, independientemente de las circunstancias. La hermosa realidad es que todo lo que es verdad acerca de Dios es algo que podemos esperar en el futuro, porque Él no cambia. Él seguirá estando con nosotros, amándonos, derramando su gracia sobre nosotros, respondiendo nuestras oraciones, deleitándose en nosotros, cantando sobre nosotros… todos los días desde ahora hasta que lo veamos cara a cara.
Y no me sorprendería si también nos arrojara algunas sorpresas agradables en el camino. Incluso en las pruebas más difíciles Él todavía tiene formas de darnos dulces regalos.
Espero que estos pensamientos te hayan animado hoy y te hayan dado algo precioso en que esperar.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.” Ro. 8:28-30
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